La ruta del Alba, un viejo camino de paso de pastores y arrieros, que trascurre junto al río Alba.

Un camino sin dificultades, dentro del Parque Natural de Redes y que se inicia en el pueblo de Soto de Agües, en el concejo de Sobrescobio.

En Rioseco, la capital de este concejo, cogemos la dirección que indica a Soto de Agües o Aguas, a la derecha, y continuamos por la carretera hasta encontrar el pueblo. A la entrada del pueblo tenemos un magnífico aparcamiento y en el mismo pueblo viene indicada la ruta junto con otras que tienen también aquí su punto de partida.

Atravesamos el pueblo, que tiene varias casas de turismo rural, además de una cuidada restauración y conservación en la arquitectura rural.

Al inicio de la ruta tenemos una fuente con un lavadero, de la que podemos coger agua, y durante el recorrido nos vamos a encontrar varias fuentes. Nos podremos abastecer con estas ricas y frías aguas.

El camino transcurre por una pista de moderado nivel ascendente. Pasaremos al pronto de iniciar la ruta, por una piscifactoría, y hacia la mitad del camino, por las ruinas de unas minas abandonadas de cobre. A lo largo del camino encontraremos varios paneles de madera con descripciones del tipo de terreno, minerales, de la fauna y del bosque y árboles que podemos observar según la altitud. A la vez, el río Alba nos ofrece saltos, cascadas y pozas de aguas cristalinas.

Llegamos a un pequeño cruce y seguimos el sendero de la derecha, que nos va adentrando en las foces de Llaímo, un paisaje agreste entre moles de rocas, desde donde hemos sacado la fotografía. Ascendemos moderadamente durante una media hora hasta llegar a una pequeña pradería donde hay un refugio de pastores reconstruido y unas mesas de madera donde podemos comer, para luego regresar. La ruta entre la ida y la vuelta nos puede llevar entre las cuatro y cinco horas.

El otoño parece haberse adelantado debido al calor de las últimas semanas. Hayas y abedules empiezan a cambiar sus verdes por los cálidos colores amarillos, ocres y rojizos. Al empezar la tarde vemos nubes de tormenta en lo alto de las montañas y, ya de regreso, nos acompaña una fuerte tormenta de verano con muchos rayos, pero sin apenas la deseada lluvia.


9-9-2006

GEA

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