El 24 de abril de 1990 se lanzó a la órbita terrestre el primer telescopio espacial. Su nombre era Edwin Hubble.
Tres años después, en 1993, durante el vuelo de la nave Hubble, se colocó y corrigió la órbita del telescopio, permitiendo que se obtuvieran imágenes de gran calidad, comenzando a llegar a la Tierra fotografías únicas de estrellas, planetas y nebulosas.
En realidad, el Hubble es un observatorio automático estratosférico, que funciona en la órbita de la Tierra a una altura de 560 km. El telescopio reflector tiene un espejo con un diámetro de 2,4 m, que recibe el reflejo de los diapasones ópticos y ultrasonoros con un espectro de abertura angular 0,1´´, con más precisión que en los telescopios terrestres.
El telescopio espacial E. P. Hubble es un proyecto conjunto de NASA y ESA. El centro de vuelos Goddard dirige el vuelo del Hubble, la recepción de datos y su primera elaboración. Durante veinticuatro horas los datos se transmiten al Instituto Científico del Telescopio Espacial (Space Telescope Science Institute), que realiza la primera elaboración para su posterior uso por el ámbito científico. La explotación del telescopio espacial exige que los aparatos estén constantemente sintonizados y en perfecto estado.
El telescopio Hubble funciona como observatorio internacional. Se tienen en consideración proyectos de todo el mundo, por lo que la competencia por el tiempo de observación es bastante dura: se admiten aproximadamente uno de cada diez proyectos. Tanto en la selección de los objetivos a observar como en la elaboración de los resultados participan especialistas de todo el mundo. El lanzamiento y explotación del Hubble se ha convertido en uno de los éxitos más destacados de la astronomía contemporánea: con él dio comienzo la era de la astronomía óptica estratosférica.
La próxima misión de mantenimiento del Hubble, planeada para el 2006, se canceló y está previsto que su vida útil dure hasta el 2010 aproximadamente, con lo que se cumpliría el plan de permanencia de veinte años, pero todo ello depende del desgaste de los giróscopos, las baterías y de la fuerza del frenado atmosférico. La NASA proyecta lanzar en el 2012 un telescopio de nueva generación que sustituya el actual Hubble.
En todo este tiempo ha enviado a la Tierra una enorme cantidad de fotografías impresionantes. Basándose en los datos recibidos, los astrónomos pueden sacar conclusiones bastante aproximadas sobre la edad del universo, confirmar la existencia de agujeros negros, observar cómo se mueven las galaxias y asistir al nacimiento de estrellas. Actualmente los científicos ya han empezado a aventurar cuáles fueron las fases de formación del sistema solar y tratan de aproximarse a la edad del universo. El telescopio espacial transmite de 10 a 15 HBT (higabit) de información al día, la cual se pone a disposición de los astrónomos de todo el mundo.
El hombre que da nombre al telescopio espacial, Edwin Paul Hubble (1889-1953), es el fundador de la astronomía de las galaxias lejanas y descubridor de la importante ley que habla de la dilatación del universo.
En 1929 enunció su famosa ley: las galaxias se alejan unas de otras con una velocidad proporcional a la distancia entre ellas. Encontró que entre las velocidades radiales de movimiento de las galaxias y las distancias entre ellas existe una dependencia lineal y determinó también el valor numérico del coeficiente de esa dependencia (la constante de Hubble). Este descubrimiento impulsó la teoría de la expansión del universo. Esta ley, junto con la teoría de la relatividad de Einstein y las resoluciones de Fridam, que demuestran la inestabilidad del universo, ha cambiado la concepción del mundo. A cambio de un universo eterno e invariable, hemos recibido un universo surgido hace millones de años y que se extiende y evoluciona.
Más información
http://www.stsci.edu/ngst/STScT
http://www.heritage.stsci.edu/gallery/galindez.html
http://www.heritage.stsci.edu/index.html