Alivio cómico o humor relajante
Nos ayuda a relajarnos, a olvidar los problemas durante un rato, a atenuar el miedo, a disipar las preocupaciones y ansiedades no deseadas y a ser más tolerantes. La risa aligera la carga. Risas

Risa de escape o humor defensivo
La risa constituye una forma muy eficaz de defensa contra los encuentros cotidianos con el fracaso, el disgusto, los errores, los traumas y las críticas.

Risa sublimada o humor hostil
Según Freud, la risa era capaz de frustrar la agresión, la fría hostilidad, y evitar el conflicto violento. Determinadas formas de humor, como la sátira, el sarcasmo y la ironía, son vías seguras y no violentas físicamente para comunicar el fastidio o el enfado. La risa sublimada mal utilizada es muy hiriente.
El mejor tipo de risa consiste en reír con alguien, no reírse de alguien.
Cuando nos reímos con alguien, dejamos de sentirnos enfadados con él. El humor es una escuela de tolerancia.

Risa sorpresiva o humor incongruente (risa contraria)
La risa es una válvula de seguridad que, una vez abierta, nos permite relajar la tensión que tan rápidamente puede generarse en los momentos de choque, sorpresa o incongruencia, así como ante lo inesperado.
La risa contraria es la respuesta característica a las noticias trágicas o tristes, a los acontecimientos o situaciones en que la respuesta esperada es el llanto.
Eso explica que algunas personas se rían en los funerales o al enterarse de la muerte de un amigo o pariente.
En tales ocasiones se experimentan sentimientos de tristeza o turbación; la única diferencia es que su respuesta expresiva no es el llanto, sino la risa. Con frecuencia su conducta les resulta embarazosa a estas personas, y les preocupa lo que puedan pensar de ellos. Es más común de lo que generalmente se reconoce.
Ambos fenómenos apoyan la afirmación de que la risa y el llanto son respuestas íntimamente relacionadas.
¿Se han preguntado alguna vez, de alguien, si estaba riendo o llorando? Como las personas que tienen risa contraria se avergüenzan de ella, es importante aclarar que este tipo de risa, aunque pueda ser socialmente inadecuada, no es una manifestación de desorden mental. Puede decirse literalmente que estas personas “ríen por no llorar”.

Risa perceptiva o humor observador
Una regla de oro de las comedias es cambiar las percepciones. Partir de algo ordinario, familiar y común y, luego, ponerlo patas arriba ofrece un espléndido potencial para la comedia.
Cuando cambiamos nuestra percepción de la realidad, la realidad misma cambia. La risa suele ser el catalizador que hace posible este cambio.

Risa compartida o humor vinculante
La risa compartida puede ayudar a las personas a tener algo en común. Incluso la más estrecha de las amistades puede verse dificultada sin un intercambio de sonrisas y de humor. La risa contribuye a curar y a mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.

Risa triunfante o humor de superación
Ante nuestros dilemas, puede ayudar a elevarnos por encima de las cosas y a tomárnoslas con filosofía.

Risa afirmativa o humor de refuerzo
Reír refuerza los buenos sentimientos hacia nosotros, hacia los demás y hacia el mundo que nos rodea. La risa tiene un poder mágico. Un solo instante de risa puede cambiar la forma del mundo en un segundo, inyectarnos la fuerza que necesitamos en cada momento y alterar permanentemente nuestro futuro. El humor cura.
La ausencia de risa es un signo clásico de una persona depresiva, agobiada y desbordada por un problema, una situación o una circunstancia personal.